Olor a Ti
Mi cabeza metida entre mis rodillas me recuerda lo indigna que soy de ti.
No me creo capaz de mirar el brillo de tu santidad, de levantar mi cabeza ante tu presencia.
Y aquí me tienes escondida en tus atrios, mientras el miedo me consume.
Oigo tu voz llamándome y temo contestar lo mismo que mi antepasado y dejar al descubierto mi desnudes.
Mientras estoy aquí, afuera, mis años parecen multiplicarse, mis huesos parecen debilitarse y mi corazón perder su palpitar.
Abro mis labios y te entrego mis imperfecciones y de inmediato la tibieza de tu sangre me cubre y el olor a Cristo inunda el lugar.
Y escucho nuevamente tu voz llamarme, el tono anhelante de tu voz, me impide hacerte esperar más.
Mientras camino por el lugar Santo entre tanta santidad, se cuela el aroma, y me pregunto de donde provendrá tan exquisita fragancia, el olor de los panes, el incienso, la sangre recién derramada, todo queda desplazado frente a la primorosa fragancia que ahora se abre paso entre las lámparas que nunca dejan de alumbrar.
Me apresuro hasta la cortina, mi corazón late más fuerte al saberte del otro lado, y escucho tu voz y cantas, la cortina rota en dos, hace ya tiempos, deja escapar un poco del aroma.
Al percibirlo tus ojos brillan, sabes que es el aroma de tu hijo, yo me pregunto si no te sentirás decepcionado cuando sepas que quien esta tras la cortina soy sólo yo, y que este aroma no es el mío, sino que mana del algún lugar desconocido.
Te sientas en tu trono expectante, y tus ojos brillan como el sol, y me enamoro de tu rostro y de tus manos y no aguanto más tras la cortina.
Caigo a tus pies y me levantas, me arrullas en tu regazo y sonríes.
Me acomodo, llegué a casa... sólo una pregunta ¿De dónde viene el olor Padre?
Dulcemente respondes... "Viene de ti"
"Porque para Dios somos grato olor de Cristo..." 2da Co 2:15a
Y aquí me tienes escondida en tus atrios, mientras el miedo me consume.
Oigo tu voz llamándome y temo contestar lo mismo que mi antepasado y dejar al descubierto mi desnudes.
Mientras estoy aquí, afuera, mis años parecen multiplicarse, mis huesos parecen debilitarse y mi corazón perder su palpitar.
Abro mis labios y te entrego mis imperfecciones y de inmediato la tibieza de tu sangre me cubre y el olor a Cristo inunda el lugar.
Y escucho nuevamente tu voz llamarme, el tono anhelante de tu voz, me impide hacerte esperar más.
Mientras camino por el lugar Santo entre tanta santidad, se cuela el aroma, y me pregunto de donde provendrá tan exquisita fragancia, el olor de los panes, el incienso, la sangre recién derramada, todo queda desplazado frente a la primorosa fragancia que ahora se abre paso entre las lámparas que nunca dejan de alumbrar.
Me apresuro hasta la cortina, mi corazón late más fuerte al saberte del otro lado, y escucho tu voz y cantas, la cortina rota en dos, hace ya tiempos, deja escapar un poco del aroma.
Al percibirlo tus ojos brillan, sabes que es el aroma de tu hijo, yo me pregunto si no te sentirás decepcionado cuando sepas que quien esta tras la cortina soy sólo yo, y que este aroma no es el mío, sino que mana del algún lugar desconocido.
Te sientas en tu trono expectante, y tus ojos brillan como el sol, y me enamoro de tu rostro y de tus manos y no aguanto más tras la cortina.
Caigo a tus pies y me levantas, me arrullas en tu regazo y sonríes.
Me acomodo, llegué a casa... sólo una pregunta ¿De dónde viene el olor Padre?
Dulcemente respondes... "Viene de ti"
"Porque para Dios somos grato olor de Cristo..." 2da Co 2:15a
4 comentarios:
Grato olor,aroma agradable al Señor.Eso somos sus hijos en todo lugar y todo tiempo.Porque un mismo espíritu somos con El.
Cuando nos mira,mira a su Amado Primogénito en nosotros,pues El nos ha cubierto con su Manto de Justícia haciendonos aceptos para El Padre.
De la abundancia de amor y gratitud has escrito tú tan amada.
Me regocijo junto contigo!
El mejor perfume, por encima del arte de cualquier perfumista, fuimos rociados, bañados, sumergidos en él.
Gracias,
Continuamos en gozo,
Nelly
Me encanto!
Bendiciones Nelly!
Que bueno que te gustara Kra, me estoy apropiando más de la escencia del Señor en busca de parecerme cada día más a Él.
Bendiciones para ti también.
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