28 octubre, 2007

Dialogos entre sordos




"..Y la verdad es que ese tipo de relación en la que uno puede decirlo todo, como un niño pequeño se lo cuenta a su madre, es la esencia misma de toda psicoterapia.
En este mundo, nadie puede crecer en libertad y vivir en plenitud sin sentirse comprendido al menos por una persona…

Quien quiera conocerse como es debido, tiene que abrirse a un confidente libremente elegido y merecedor de tal confianza.

Fijémonos en las conversaciones que se dan en nuestro mundo, tanto entre naciones como entre personas: la mayoría de las veces no son más que diálogos entre sordos.

Dr. Paul Tournier Psiquiatra Suizo

Hojeando un libro en casa de unos familiares me encontré con esta introducción, la analogía entre las conversaciones humanas y un dialogo entre sordos me sacó una sonrisa, pero es algo verdaderamente profundo.

El tener a alguien con quien poder conversar, alguien prácticamente dispuesto a escuchar, o fingir que escucha y que haga las preguntas pertinentes en el momento correcto del dialogo, es sumamente importante.

Una conversación con un par de oídos dispuestos puede aclarar los pensamientos, puede definir planes, tiene la capacidad de hacer más tangible los sueños y las paciones.

En mi ciudad hay un gran árbol de Tamarindo en el parque central, bajo su sombra se sentaron a dialogar grandes pensadores de épocas pasadas, tales como Juan Bosch, Fabio Fiallo, entre otros hombres, que luego jugaron papeles importante en diversos ámbitos de la historia del país.

El dialogo sincero y relevante es crucial para el desarrollo de las ideas, siguiendo el ejemplo de Abraham, llamando las cosas que no son como si fuesen, poniéndolas en palabras, clarificándolas para mí y luego para otros, pintándome un cuadro mental multicolor de lo que sueño, haciéndolo más tangible.

Gracias a los oídos que durante años han estado dispuestos a escucharme hablar de cosas más relevantes que el clima, gracias a los que me han dejado pintar en sus lienzos mis sueños, a aquellos que me permitieron escucharme a mí misma a través de sus oídos...Gracias.

2 comentarios:

Jaaziel dijo...

Si el Señor quiere, mucho me gustaría conocer ese "tamarindo".
Me ha recordado a uno de los versos más bellos que se han escrito jamas, en este caso no es un tamarindo, sino "el almendro de nata"
"(...)
A las ladas almas de las rosas
del almendro de nata te requiero,
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero."

De la "Elegía a Ramón Sijé" de Miguel Hernández

Nelly Escotto dijo...

Querido Jaaziel, un gusto verte por aquí, espero poder sentarnos junto al resto de los amigos de la comunidad de escritores de blog cristianos, bajo el tamarindo, el almendro o cualquier otro árbol, para sacarnos grandes ideas, para beneficio de la obra que nos une.

Cariños